Prólogo

¿Qué entendemos por agroecología? ¿Cómo se ve? ¿Es contextualizable? ¿Podemos dar ejemplos concretos? ¿Cómo podemos invertir en ella o apoyarla? ¿Es productiva? ¿Hay datos que prueben su eficiencia, es decir, en los que esté cumpliendo sus promesas? Estas son algunas de las preguntas que surgen a menudo cuando hablamos con personas que no están muy informadas sobre la agroecología. Pero cuando hablamos con personas familiarizadas con ella, éstas manifiestan otras inquietudes: 

“No creo que estén hablando en serio de agroecología: la agroecología no se limita sólo a la fertilidad del suelo. ¡Es mucho más que eso!”

“Es increíble, utilizan la palabra agroecología, pero la han vaciado totalmente de su significado real. Parece que la utilizan para hacer un “lavado verde”i al modelo industrial” 

“Éste podría ser el modo en que los científicos están interpretando la agroecología, pero los movimientos campesinos lo ven de forma diferente”

”No se está utilizando el concepto de agroecología como tal, lo que se dice está más bien en línea de nuestra forma de ver y definir la agroecología”

Podríamos seguir y seguir. En general es necesario aclarar lo que es y lo que no es la agroecología para conseguir apoyo político, para que prospere la disciplina, para evitar la cooptación y para luchar contra falsas soluciones, etc. Los movimientos sociales, la sociedad civil, las instituciones internacionales, y los investigadores/estudiosos han llevado a cabo en los últimos años varios intentos por aclarar el significado de agroecología, y esta tarea continúa todavía.   

En nuestra red, sentimos que había una necesidad similar de clarificación y armonización. Lo que exponemos a continuación es el resultado inicial de ese trabajo. Decidimos dividir los diferentes principios en torno a cuatro dimensiones de la sostenibilidad: medioambiental, socio-cultural, económica y política. Creemos que es una buena manera de captar la complejidad y el aspecto multidimensional de la agroecología. Nos permite comprender los agro-ecosistemas y los sistemas alimentarios teniendo en cuenta los contextos social, económico y político en los que se asientanii. También se basa en las categorías de principios que ya han sido identificadas en trabajos previos realizados por otros en el movimiento agroecológico. 

Está claro lo que intentamos conseguir. Nuestro objetivo no es crear una nueva definición de agroecología sino más bien identificar principios que fortalezcan nuestra narrativa, así como nuestro trabajo de incidencia y programas. Queremos desarrollar aún más una visión común y una comprensión de lo que la agroecología [que vemos como uno de los elementos principales para alcanzar la soberanía alimenticia y la justicia climática)] significa y se parece.

Este es el primer paso en un proceso más amplio que también incluirá el desarrollo de una guía práctica que, junto con estos principios, debería servir como base para iniciar un diálogo en diferentes partes del mundo y dentro de las organizaciones miembro de nuestra red (valorando prácticas y estrategias vigentes). Mientras que nuestras sociedades se enfrentan a profundas crisis sociales, medio ambientales y económicas, y el cambio climático impone en nuestras sociedades cambios profundos y radicales de los modelos de producción y consumo vigentes, hay una cierta urgencia para que la agroecología se entienda y se apoye ampliamente. Con esta humilde aportación, esperamos y creemos que podemos contribuir a fortalecer el movimiento agroecológico actual, que es el objetivo de lo que estamos haciendo en agroecología.

Prof. Michel Pimbert, Coventry University (UK) 

Sumergiéndonos en la agroecología

Las tres dimensiones de la agroecología

Agroecología es:

1. Un enfoque de investigación científicaiii que implica el estudio holístico de los agro-ecosistemas y sistemas alimentarios,

2.  Un conjunto de principios y prácticas que mejora la resiliencia y perdurabilidad de los sistemas alimentarios y agrícolas, mientras conserva la integridad social,

3.  Un movimiento socio-político, que se centra en la aplicación práctica de la agroecología, busca nuevas formas de considerar la agricultura, la transformación, distribución y consumo alimenticios, y sus relaciones con la sociedadv y la naturaleza. 

La interdependencia de la agroecología y la soberanía alimentaria

“No hay soberanía alimentaria sin agroecología. Y ciertamente, la agroecología no sobrevivirá sin una política de soberanía alimentaria que la respalde”. Ibrahima Coulibaly

Queremos aprovechar las perspectivas desarrolladas por los movimientos sociales activamente involucrados en la configuración y definición de los sistemas alimentarios. También reconocemos y respetamos el trabajo realizado hasta ahora para aclarar y desarrollar el concepto de agroecología, y lo tenemos en cuenta como bases de este trabajo.

La Declaración Nyélénivii define la agroecología como un movimiento liderado por personas, y una práctica que necesita ser apoyada, más que dirigida, por la ciencia y la política. Entendemos esto como una llamada urgente para que la experiencia de los productores de alimentosviii y de aquellos que trabajan en alimentos comunitarios locales se reconozca y se ponga en el centro de la formulación de políticas y la gobernanza de los sistemas alimentarios. Esto implica también el derecho de las personas “al control de las políticas y las prácticas alimentarias”.ix Desde esta perspectiva, la agroecología es, de hecho, inseparable de la soberanía alimentaria.

Principios: definición y características

Los principios son un conjunto de directrices generales que constituyen los pilares fundamentales de la agroecología, su práctica e implementación. Se basan en las siguientes características:

  • La agroecología promueve principios más que normas o fórmulas de un proceso de transición,
  • La agroecología es el resultado de la aplicación conjunta de sus principios y valores intrínsecos, al diseño de sistemas agrícolas y alimentarios alternativos. Por consiguiente, se reconoce que la aplicación de los principios se hará de forma progresiva,

  • Los principios se aplican en diversos lugares y llevan a prácticas diferentes al ser utilizados en lugares y contextos diferentes.

  • Todos los principios deben interpretarse en el marco de una mejor integración con el mundo natural, la justicia y la dignidad para los seres tanto humanos como no-humanos y los procesos.

CIDSE visualiza la soberanía alimentaria: La soberanía alimentaria es un marco de políticas dirigido a combatir las causas más enraizadas del hambre y la pobreza tratando de reenfocar el control de la producción y del consumo de alimentos sobre la base de procesos democráticos enraizados en los sistemas locales de alimentación. Abarca no solo el control de la producción y los mercados, sino el acceso y el control de la población sobre la tierra, el agua y los recursos genéticos. Asume el reconocimiento y empoderamiento de las personas y de las comunidades con el fin de que puedan ejercer sus derechos económicos, sociales, culturales y políticos, así como cubrir sus necesidades en lo relativo al acceso, selección y producción de alimentos. Se define como: “El derecho de las personas a definir su propia agricultura y alimentación; a proteger y regular la producción agrícola local y el comercio para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible; para determinar hasta qué punto quieren ser autosuficientes; para restringir el dumping (establecer para los productos exportados un precio inferior a los costos de producción) de productos en sus mercados. La soberanía alimentaria no está en contra del comercio, más bien promueve que se formulen políticas y prácticas comerciales al servicio de los derechos de las personas a los alimentos y a una producción segura, saludable y ecológicamente sostenible”. “Alianza ¿de quién? El G8 y el Surgimiento de un Régimen Empresarial Mundial para la Agricultura”, p.7.

Visualizar la agroecología

Los Principios de la Agroecología resumidos en una infografía

Aqui se puede bajar la infografía en alta calidad.

1. La dimensión ambiental de la agroecología

1.1 La agroecología aumenta una interacción, una sinergia, una integración y una complementariedad positivas entre los elementos de los ecosistemas agrícolas (plantas, animales, árboles, tierra, agua, etc.) y los sistemas alimentarios (agua, energía renovable, y las conexiones de las cadenas re-ubicadas alimentarias).

1.2 La agroecología, crea y conserva la vida en el campo al proporcionar condiciones favorables para el crecimiento de las plantas.

1.3 La agroecología optimiza y cierra los bucles de recursos (nutrientes, biomasa) al reciclar los nutrientes y biomasas existentes en los sistemas agrícolas y alimentarios.

1.4 La agroecología optimiza y mantiene la biodiversidad por encima y por debajo de la tierra (un amplio abanico de especies y variedades, recursos genéticos, variedades/razas localmente adaptadas,  etc.) a lo largo del tiempo y del espacio (a nivel de parcela, de granja y zona).

1.5 La agroecología elimina el uso y la dependencia de insumos sintéticos externos, lo que posibilita que los granjeros controlen las plagas, las malas hierbas, y mejoren la fertilidad a través de una gestión ecológica.

1.6 La agroecología apoya la adaptación y resiliencia climáticas a la vez que contribuye a mitigar la emisión de gas efecto invernadero (reducción y retención) mediante el menor uso de combustibles fósiles y una mayor retención del carbono en la tierra.

El impacto de esta dimensión

A través de su dimensión medio ambiental y aplicando principios que tienden a imitar a los ecosistemas naturales, la agroecología contribuye a construir agro-ecosistemas más complejos. La agroecología aumenta la resilienciaxii y la capacidad de los sistemas para adaptarse al cambio climático en contextos en los que los riesgos del clima son habituales.xiii Por ejemplo, “se ha demostrado que una biodiversidad aumentada en el terreno mejora el uso del agua, la absorción del nutriente, y la resistencia a las enfermedades de las plantas de cultivo”.xiv Al ofrecer resistencia, la biodiversidad actúa a menudo como un “amortiguador contra las crisis medio ambientales y económicas”.xv Mediante su dimensión medio ambiental, la agroecología, por tanto, ayuda a crear sistemas autosuficientes, saludables y no contaminantes que proporcionan una gama accesible y diversa de alimentos saludables, de energía y de otras necesidades domésticas. Como un beneficio añadido de la aplicación de sus principios, la agroecología también contribuye a mitigar el cambio climático, por ejemplo creando terrenos saludables, y restituyendo terrenos  empobrecidos – contribuyendo así a la retención de carbono – o al reducir el uso directo o indirecto de la energía – evitando así las emisiones de gas efecto invernadero.xvi Mediante el uso eficiente de los recursos (como el agua, el uso de energía, etc.), la agroecología también contribuye a crear resistencia e incrementar su eficiencia. Más allá de este gran potencial de resistencia, mitigación y adaptación, la agroecología proporciona un entorno de trabajo saludable y seguro para agricultores y trabajadores del campo, así como un entorno saludable para las comunidades rurales, peri-urbanas y urbanas, al proporcionarles alimento saludable, nutritivo y variado.

Michel Pimbert, Professor at Coventry University, UK

Ejemplo 1: Resiliencia, fenómenos meteorológicos extremos y agroecología

Diversos estudios, al observar el rendimiento agrícola tras fenómenos meteorológicos extremos (sequías y huracanes) en Centroamérica, han demostrado que la resiliencia a los desastres climáticos está muy ligada a las fincas con mayores niveles de biodiversidad17, y “cuando está insertada en una matriz de paisaje compleja, que incluya germoplasma local adaptado utilizado en sistemas de cultivos diversificados manejados con suelos ricos en materia orgánica y técnicas de conservación-cosecha de agua18. Por ejemplo “una encuesta realizada … en Centroamérica tras el Huracán Mitch mostró que los granjeros que utilizaron prácticas de diversificación (tales como cultivos de cobertura, asociación de cultivos y agro-silvicultura) sufrieron menos daño que los monocultivos convencionales de sus vecinos”.19 De forma similar, “cuarenta días después de que el Huracán Ike azotara Cuba en 2008, los investigadores descubrieron que las granjas diversificadas presentaron pérdidas de hasta un 50%, en comparación con un 90 o 100% de los monocultivos próximos”20, al tiempo que “las granjas agro-ecológicamente gestionadas mostraron una recuperación productiva más rápida (80 –90%) que las granjas de monocultivo 40 días después del huracán”.

Sources/further information

– Machín Sosa, B., Roque Jaime, A. M., Ávila Lozano, D. R., Rosset Michael, P. (2013). Revolución agro-ecológica: El movimiento granjero-a-granjero de la ANAP en Cuba. 

– Holt-Giménez, E. (2002). Midiendo la resistencia agro-ecológica de los Granjeros al huracán Mitch en Centroamérica. 

– Altieri, M. & Nicholls, C. & Henao, A. & Lana, M. (2015). La Agroecología y el diseño de los sistemas agrícolas resistentes al cambio climático.

Ejemplo 2: Transformando el suelo y los medios de vida en las zonas rurales de Bangladesh

Desde finales de los años 70, los fertilizantes químicos y los pesticidas, aunque más caros que las alternativas orgánicas, han continuado ejerciendo cada vez más presión entre los granjeros de Bangladesh como parte del enfoque Revolución Verde, teniendo como resultado unas consecuencias nocivas para la salud humana, la calidad del terreno y del agua. La subvención de los fertilizantes químicos y la presión ejercida sobre los agricultores para producir cosechas suficientes ante el rápido crecimiento de la población en Bangladesh, ha llevado a una excesiva dependencia y a una indiscriminada aplicación de fertilizantes y pesticidas químicos sobre materia orgánica. El fracaso de la recuperación de suelos con materia orgánica ha dejado los terrenos sin los nutrientes necesarios para la productividad agrícola en muchas partes de Bangladesh. 

El agotamiento de suelos en materia orgánica ha tenido también repercusiones en la seguridad alimentaria en Bangladesh, ante la creciente vulnerabilidad al cambio climático. Las lluvias impredecibles y condiciones climáticas inesperadas están haciendo cada vez más difícil que los granjeros planifiquen su producción con efectividad, junto con la merma de suelos que empeora aún más el problema. Mejorar la fertilidad de los suelos en Bangladesh es, sin duda, crucial para los pequeños agricultores, para resistir y adaptarse mejor al impacto del cambio climático, permitiéndoles abastecer de alimentos a sus familias y a sus comunidades en general, fortalecer los mercados locales y desarrollar medios de vida prósperos y sostenibles para las generaciones futuras. 

CAFOD se ha asociado con Cáritas Bangladesh, USS Jessore, Practical Action Bangladesh y Cáritas Suiza para poner los principios agro-ecológicos en el centro del Proyecto Trienal de “Agricultura Resistente al Clima” financiado por DFID, trabajando con comunidades de pequeños propietarios en las Divisiones de Dinajpur, Rajshahi, Jessore y Sylhet de Bangladesh.

Un componente clave del proyecto ha consistido en introducir a los agricultores en la producción y el uso del vermicompost (compost de lombrices) – un fertilizante orgánico rico en nutrientes, obtenido de heces de gusanos de tierra – que puede prepararse fácilmente utilizando materiales que ya se hallan en los sistemas agrícolas, incluyendo el estiércol de vacuno, la hoja de plátano y los residuos de cocina. Tras participar en sesiones de formación en vermicompostaje y visitar parcelas de muestra, los agricultores implicados en el proyecto empezaron a producir su propio vermicompost y lo aplicaron en sus cultivos. Los resultados han sido excepcionales. 

Los agricultores, a través de todas las áreas del proyecto, han sido testigos de una mejora en la fertilidad de sus suelos con un aumento en la cantidad y calidad de sus cultivos después de utilizar el vermicompost. También han observado una reducción de pesticidas nocivos y de enfermedades que normalmente afectarían negativamente a su producción. Los principales resultados del proyecto incluyen: unos 8.600 hogares que han aumentado su producción de alimentos en al menos un 20% con la utilización del vermicompost en sus campos. 6.327 hogares han sido capaces de producir múltiples cultivos (de 3-12 variedades de diferentes verduras) en unas tierras previamente improductivas después de usar el vermicompost, junto con técnica de “camas de cultivo”. Además, 7.067 hogares han informado que han generado ingresos adicionales, en gran medida atribuibles a la venta de excedentes de cosechas conseguidos por el uso del vermicompost. Estos hallazgos han sido corroborados por la investigación realizada por el socio Practical Action y el  IIED de CAFOD [Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo] en 2016, que aboga por una mayor promoción de prácticas agroecológicas (incluyendo el vermicompostaje) para aumentar el uso de materia orgánica, y así mejorar la fertilidad de los suelos y la producción de cultivos.

Razia Begum, de Jessore, registró un incremento del 150% en su producción de calabaza amarga tras usar el vermicompost y pesticidas a base de hierbas, reduciendo significativamente el uso de fertilizantes químicos en su campo. Como resultado, Razia no sólo ha podido proporcionar alimentos suficientes a su familia, sino que ha podido vender sus excedentes de producción y de vermicompost para obtener ingresos adicionales. También ha sido capaz de generar ingresos con su conocimiento de la producción del vermicompost promocionando sesiones de formación en las escuelas de campo para agricultores en su localidad. Su marido, que con anterioridad desaconsejó su implicación en actividades que la alejaran de las tareas domésticas, ahora está dispuesto a apoyar la iniciativa empresarial de Razia. Como Razia, Jamal Hossain, de Lebutola Union, ha observado mejoras en la cantidad, aspecto, duración y sabor de sus cultivos al usar la vermicompost y pesticidas a base de hierbas, en lugar de fertilizantes químicos: “Realmente creo en este método de cultivo y ahora tengo evidencias para demostrar a mis vecinos ¡Que funciona! El vermicompost no sólo es bueno para mis cultivos y mis ingresos, sino que también lo es para el medio ambiente y nuestra salud. Tenemos que animar a la próxima generación a alejarse de la agricultura química en beneficio de la orgánica. Es mejor en muchos sentidos”. 

Además de mejorar el rendimiento de cultivos y la seguridad alimentaria, este proyecto ha contribuido a la rehabilitación de suelos, a la disminución de la incidencia de plagas y brotes de enfermedades, al aumento de los ingresos de los agricultores y a la promoción de mayores oportunidades empresariales para mujeres en las comunidades agrícolas. Este proyecto demuestra los principios económicos y medioambientales de la agroecología en la práctica y promueve la agricultura sostenible que funciona para las personas y el planeta.

Fuentes/más información

Para más información sobre cómo las prácticas agrícolas de agroecología pueden contribuir a la mejora de la fertilidad del suelo en Bangladesh, por favor vea el documento de investigación de acción de Practical Action y de IIED, titulado, “Collaborative Action on Soil Fertility in South Asia”.

Ejemplo 3: Aumento de la resiliencia mediante el cultivo del arroz de manglar

El cultivo de arroz de manglar es un sistema resiliente que se ha practicado en África Occidental desde el siglo XV. Es una tierra “arrebatada” al mar mediante la construcción intensiva en mano de obra de un cinturón de diques y una gestión cuidadosa de agua (de lluvia y agua de mar) para controlar la salinidad y la acidez del suelo. En el cultivo se utilizaron tipos de arroz con tolerancia a la sal y a la sequía, procedentes de semillas-madre heterogéneas mayoritariamente introducidas, extendidas y multiplicadas con el tiempo por los mismos agricultores. El cultivo del arroz manglar evita el uso de fertilizantes químicos, así como herbicidas y fungicidas. 

En el contexto de Guinea Bissau, un país con un consumo muy elevado de arroz por habitante (110-120 kg/persona/año) y una gran dependencia de importaciones, el desmantelamiento del campesinado y el empobrecimiento de las variedades nativas de arroz están socavando la productividad y un sistema socio-ecológico cultural22 del cultivo de arroz de manglar, practicado principalmente por el grupo étnico Balanta. Por eso, durante una década, LVIA-FOCSIV, ha estado desarrollando e implementando con socios locales claves, una estrategia nacional de resiliencia, basada en el cultivo del arroz de manglar, la agricultura diversificada, una dieta más equilibrada y cadenas de suministro más cortas. La estrategia tiene diferentes componentes, como el aumento de la concienciación y el conocimiento del uso de la tierra de los manglares23, de una gestión comunitaria del agua más eficiente y del sistema agrícola. El conocimiento y saber hacer así mejorados se combinaron con el desarrollo de las instalaciones de riego y un programa de investigación aplicada para mejorar el arroz local, fomentando su adaptación y aumentando la productividad en el campo, pero también “en la olla y en el estómago”. La estrategia fue definida y apoyada por las comunidades rurales (“tabanka”), las sociedades cooperativas, actores gubernamentales y los centros de investigación mediante un sistema de gobernanza que alentó al creciente movimiento agrícola, fortaleciendo capacidades sociales e institucionales para mejorar la resiliencia de sistema y la habilidad para abordar las debilidades. 

Hasta la fecha, la mejora del sistema hidráulico y la gestión del agua, unidas a la adopción de las técnicas agrícolas mejoradas en un sistema agro-ecológico equilibrado, han producido cosechas de arroz de 4 ton/ha24 sin ningún tipo de insumos químicos (fertilizantes, herbicidas y fungicidas). Esto es más del doble del rendimiento promedio de arroz de tierras bajas no irrigadas (1-2.5 toneladas/ha con insumos agrícolas y sólo 0.7-1.2 toneladas/ha con insumos agrícolas limitados).25 El aumento de la productividad de la tierra y de la mano de obra es un resultado sorprendente, y se traduce en más ingresos para los agricultores, inversión local, e implicación de gente joven en la agricultura, y al mismo tiempo ha llevado al reconocimiento apropiado del valor de este especial sistema socio-ecológico. La mayor autoestima de los agricultores de Balanta en Guinea-Bissau se ha demostrado por su compromiso con el gobierno para salvaguardar el producto local, exigiendo apoyo en términos de inversión, pero también el establecimiento de “intercambios de experiencias, diálogo y pensamiento estratégico para mejorar nuestro trabajo y el acceso de nuestro arroz al mercado local” (Siaca – agricultores de la aldea de Kampiane, Guinea Bissau). La estrategia de resiliencia aumentó la capacidad de las comunidades rurales para transformar su trayectoria de desarrollo sostenible mediante un mayor protagonismo en la toma de decisiones en la estructura de gobierno.

Este ejemplo demuestra particularmente la dimensión medioambiental de la agroecología en la interacción positiva, la sinergia, la integración y las complementariedades entre los diferentes elementos de los agroecosistemas. También demuestra su dimensión económica porque, entre otras cosas, hace ver que la agroecología reduce la dependencia de ayuda, refuerza la autonomía comunitaria fomentando medios de vida sostenibles y la dignidad, y promueve la independencia de los insumos externas.

Fuentes/ más información

-Cerise, S., Mauceri, G., Rizzi, I. (2017). Mangrove Rice Cultivation in Guinea Bissau within “The Construction of communities’ resilience in African Countries – Three case studies by FOCSIV NGOs”, Collana Strumenti, FOCSIV n.49.

-Temudo, M. (2011). Planting Knowledge, Harvesting Agro-Biodiversity: a case study of Southern Guinea-Bissau rice-farming; Hum. Ecol (2011) 39: 309-321, Springer Science.

-Andreetta, A., Delgado Huertas, A., Lotti, M., Cerise, S. (2016). Land use changes affecting soil organic carbon storage along a mangrove swamp rice chronosequence in the Cacheu and Oio regions (Northern Guinea-Bissau) Agriculture, Ecosystem and Environment 216 (2016) 314-321.

Reportage (Italiano)

2. La dimensión social y cultural de la agroecología

2.1 La agroecología está arraigada en la cultura, la identidad, la tradición, la innovación y el conocimiento de las comunidades locales.

2.2 La agroecología contribuye a las dietas saludables, diversificadas, estacional y culturalmente apropiadas.

2.3 La agroecología es intensiva en conocimiento y promueve contactos horizontales (de agricultor a agricultor) para compartir conocimientos, habilidades e innovaciones, junto con alianzas que otorgan igual peso al agricultor y al investigador.

2.4 La agroecología crea oportunidades y promueve la solidaridad y el debate entre personas de diversas culturas (por ejemplo de diferentes grupos étnicos que comparten los mismos valores aunque tengan diferentes prácticas) y entre poblaciones rurales y urbanas.

2.5 La agroecología respeta la diversidad en términos de género, raza, orientación sexual y religión, crea oportunidades para la gente joven y las mujeres y alienta el liderazgo de la mujer y la igualdad de género.

2.6 La agroecología no requiere necesariamente una certificación externa costosa, ya que a menudo se basa en las relaciones productor-consumidor y las transacciones basadas en la confianza, promoviendo alternativas a la certificación tales como PGS (Sistemas Participativos de Garantía) y CSA (Agricultura de Apoyada por la Comunidad).

2.7 La agroecología apoya a las personas y comunidades para mantener su relación espiritual y material con la tierra y con el medio ambiente.

El impacto de esta dimensión

Partiendo del conocimiento existente, las habilidades y tradiciones de los agricultores y de los productores de alimento, la agroecología parece particularmente apropiada para alcanzar su derecho a la alimentación.xviii Permite el desarrollo de las tecnologías apropiadas estrechamente personalizadas a las necesidades y las circunstancias de las comunidades específicas de pequeños agricultores, campesinos, indígenas, pastores, pescadores, ganaderos, cazadores-recolectores en su propio entorno. En la mayoría de los países desarrollados, la agricultura sigue siendo la ocupación más común y por lo tanto el sector ofrece las mejores oportunidades para un desarrollo inclusivo. Como tal, puede ayudar revertir la migración rural-a-urbana y la fragmentación familiar. Si la gente aprende y aplica las prácticas agro-ecológicas y desarrolla y controla la cadena de valor hasta el usuario final, la vida rural y la producción alimentaria (en ambientes rurales o urbanos) serán nuevamente atractivas y valoradas por la sociedad, contribuyendo de este modo a que prosperen las economías locales, y la cohesión y estabilidad sociales. 

Al colocar a los productores de alimentos en el corazón de los sistemas alimentarios (intercambios de prácticas entre pares, aumento de las habilidades de los productores alimentarios, etc., entre pares), aumentando la autonomía y revitalizando las zonas rurales, la agroecología contribuye a dar un nuevo valor a las identidades campesinas y a fortalecer la confianza e implicación de los campesinos en su sistema alimentario local.

Lynn Davis, La Via Campesina (UK)

Al acercar a productores y consumidores, en cadenas de valor locales más reducidas, y al fortalecer tanto el papel como la voz de los grupos, la agroecología contribuye a restablecer la justicia en el sistema alimentario al desvincularlo del poder empresarial. Promueve la confianza y la solidaridad en la relación productor-consumidor y proporciona alimentos nutritivos, saludables y culturalmente apropiados para ambos grupos. Apoya la diversidad alimentaria local, ayudando así a proteger las identidades culturales locales. Una comercialización más directa también disminuye la huella de carbono y la contaminación en el sistema alimentario al reducir procesamiento, empaquetado y transporte.

Krinshnakar Kumari, MIJARC (India)

La agroecología crea oportunidades para las mujeres al aumentar su autonomía económica y, hasta cierto punto, influencia las relaciones de poder, especialmente dentro del hogar, al mismo tiempo que expande la diversidad y el valor de los roles disponibles a los hombres. La agroecología como movimiento apoya los derechos de las mujeres por su inclusión, el hecho de que reconozca y apoye el papel de la mujer en la agricultura, y por motivar la participación de las mujeres. Siendo en esencia una lucha por la justicia social y la emancipación, el movimiento agro-ecológico debería siempre ir mano con mano con el feminismo activoxix. Como el impacto de la agroecología en las relaciones de género no es positivo automáticamente, se requiere un enfoque específico en las mujeres cuando se implementa la agroecología en sus múltiples dimensiones.

Ejemplo 1: Acceso a la tierra y agroecología: una contribución al empoderamiento de las mujeres en la India

El cambio social y empoderamiento de las mujeres son los elementos clave en el proceso de la agroecología. Un estudio reciente en Maharashtra, India, basado en entrevistas realizadas en 400 hogares de pequeños agricultores, muestra cómo las mujeres comenzaron a producir alimentos sostenibles y diversificados después de tener acceso a la tierra. En el área del estudio, las mujeres tenían muy poco poder de decisión en relación con la agricultura. El llamado “modelo de un acre” animó a las mujeres a convencer a sus maridos para que las asignaran una parcela de tierra. En esta parcela, las mujeres cultivaron una variedad de cultivos de alimenticios (cereales, legumbres y verduras). Aplicaron prácticas como sistemas de cultivos mixtos para mejorar la diversidad de cultivos, redujeron la aplicación de productos químicos al utilizar estiércol, compost y remedios orgánicos, y redujeron los cultivos comerciales (caña de azúcar, soja), tanto por la seguridad nutricional como por una mejor gestión del agua. Esto era importante, porque la región ha sufrido una de las sequías más severas en 75 años. 

El estudio demostró que, como consecuencia de estos cambios positivos en los roles de género y la mayor disponibilidad de alimentos, las niñas y las mujeres podían comer más y más saludablemente. Los entrevistados durante el estudio indicaron claramente que la calidad y la frescura de sus alimentos era mucho mejor y, por consiguiente, la salud de toda la familia había mejorado. El valor de los alimentos consumidos en el hogar fue un 67% mayor en comparación con los agricultores del grupo de referencia, que se centraron en cultivos comerciales. Teniendo en cuenta el valor de los alimentos consumidos en el hogar sobre los ingresos brutos totales de los hogares, quedó claro que el enfoque agro-ecológico revitalizaba los ingresos agrícolas en los hogares rurales. Esto fue particularmente significativo en el contexto de sequía, que empujó los hogares más pobres a un importante endeudamiento.

El estudio reveló también que, al utilizar este enfoque, la mayoría de las mujeres aumentaron su poder de toma de decisiones en lo relativo a la tierra, los cultivos e incluso la comercialización. Aparte del acceso a la tierra, la participación de las mujeres en los cursos de liderazgo y en los grupos de mujeres fue esencial. Casi el 25% de las mismas mujeres se convirtieron en formadoras y líderes, para compartir con otras su conocimiento sobre las prácticas agrícolas agroecológicas, la gestión de granjas y la comercialización agrícolas. 

La dimensión social y cultural de la agroecología está profundamente relacionada con los roles y pretende reconocer y apoyar relaciones más justas a todos los niveles en los sistemas alimentarios. Este ejemplo muestra cómo la agroecología, al tener en cuenta el género y dar a las mujeres su espacio, puede contribuir a su empoderamiento.

Fuentes / más información

Bachmann, Lorenz, Gonçalves, André, Nandul, Phanipriya (2017). Empowering women farmers’ for promoting resilient farming systems. Sustainable pathways for better food systems in India.

3. La dimensión económica de la agroecología

3.1 La agroecología promueve redes de distribución razonables y pequeñas en lugar de las cadenas de distribución lineal y construye una red de relaciones transparentes (a menudo invisible en la economía formal) entre productores y consumidores.

3.2 La agroecología principalmente ayuda a proporcionar medios de vida a las familias campesinas y contribuye a crear mercados, economías y empleos locales más sólidos.

3.3 La agroecología se construye sobre la visión de una economía social y solidaria.

3.4 La agroecología promueve la diversificación de las rentas agrarias dando a los agricultores una independencia financiera mayor, aumenta la resiliencia al multiplicar los recursos de producción y medios de vida, promoviendo la independencia de aportaciones externas y reduciendo la falta de cultivo a través de su sistema diversificado.

3.5 La agroecología saca partido al poder de los mercados locales al habilitar a los productores de alimentos para vender su producto a precios justos y responder activamente a la demanda del mercado local.

3.6 La agroecología reduce la dependencia de ayuda y aumenta la autonomía comunitaria al potenciar los medios de vida y la dignidad.

El impacto de esta dimensión

Judith Hitchman, President & co-founder of Urgenci

Al utilizar recursos locales y proporcionar alimentos a los mercados locales y regionales, la agroecología tiene el potencial para dar un impulso a las economías locales y contribuir a eliminar el impacto negativo del comercio internacional “libre” en los medios de vida de los pequeños productores alimentarios. Las prácticas agro-ecológicas son viables económicamente ya que los métodos de producción agro-ecológica reducen el coste de aportaciones externas y, por consiguiente, permiten a los productores alimentarios una mayor independencia y autonomía financiera y técnica. Al diversificar la producción y la actividad campesina, los productores de alimentos están menos expuestos a los riesgos relacionados con el mercado tales como la volatilidad de los precios o las pérdidas debidas a fenómenos meteorológicos extremos agravados por el cambio climático. Los pequeños agricultores se benefician de manera especial a la hora de implementar la agroecología, pues pueden aumentar sus cosechas de forma sostenible, mejoran su seguridad alimentaria y nutritiva y elevan sus ingresos. Con respecto a la productividad y los ingresos, la agroecología es particularmente beneficiosa para los hogares menos acomodados y puede describirse como intrínsecamente “a favor de los pobres”.xxi La agroecología también contribuye a las economías al proporcionar la tecnología apropiada y oportunidades de empleo con base alimentaria en las áreas rurales y peri-urbanas. Al mismo tiempo, puede ofrecer un medio de vida a la gente de ciudad con una pequeña parcela o con acceso a terrenos públicos. Uno de los objetivos de la agroecología es proporcionar trabajo digno que respete los derechos humanos y ofrezca ingresos respetables a los productores alimentarios. Al disminuir la distancia entre productor y consumidor, la agroecología reduce los costes de almacenamiento, la refrigeración y transporte, así como las pérdidas y los residuos de alimentos. La agroecología tiene plenamente en cuenta las externalidades para la sociedad y el medio ambiente, pues minimiza los residuos y reduce los efectos para la salud, y apoya los factores externos positivos tales como la salud ecológica, la resiliencia y la regeneración

Ejemplo 1: La agroecología beneficia las economías rurales

En 2016, Trócaire, con la organización – Socio local, Red K’uchubal preparó una investigación para estimar los cambios relacionados con la alimentación y la resistencia entre pequeños propietarios que hubieran adoptado prácticas agro-ecológicas en el oeste de Guatemala. El Programa de Estudios Territoriales y Rurales de la Universidad de San Carlos de Guatemala lideró un equipo que llevó a cabo la investigación en 2016, comparando los resultados basados en una gama de criterios sociales, económicos y medio ambientales entre un grupo de diez agricultores que adoptaron la agroecología con los de otro grupo de diez agricultores semi-convencionales. Los resultados de la investigación terminaron en 2017 y están reflejados en un informe en español (con un breve resumen en inglés) y un vídeo, también en español con subtítulos en inglés.

Con respecto a la dimensión económica de la agroecología, la investigación encontró, desde un punto de vista estadístico, diferencias significativas en los ingresos agrícolas brutos. Los agricultores agro-ecológicos alcanzaron más altos niveles de ingresos agrícolas que sus compañeros semi-convencionales. Como resultado, los agricultores agro-ecológicos dijeron que generaron suficientes ingresos para vivir de la tierra durante todo el año mientras que sus compañeros semi-convencionales dijeron que tuvieron que complementar sus ingresos agrarios con empleos no agrícolas. Este resultado se debió a un número de factores que incluye:

– Lograr rendimientos comparables en cultivos como el maíz, pero sin depender de insumos más costosos como fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas, 

– Una mejor integración del mercado local, asociada con una producción más diversificada, 

– Y una menor dependencia de las compras de alimentos para satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales. El gasto semanal por medio en los hogares agro-ecológicos vinculado a la alimentación representa únicamente el 47% del gasto en los hogares convencionales.

El vídeo (video resource) analiza el desarrollo de las cadenas de producción agro-ecológica y el importante rol de las cooperativas agrarias en comercializar diversas líneas de productos agro-ecológico, ilustrando cómo la agroecología proporciona a los agricultores de medios de vida a la vez que también contribuye a fortalecer los mercados locales, las economías locales  y el empleo.

Fuentes / más información

Praun, A., Calderón, C., Jerónimo, C., Reyna, J., Santos, I., León, R., Hogan, R., Córdova, JPP. (2017). Algunas evidencias de la perspectiva agroecológica como base para unos medios de vida resilientes en la sociedad campesina del occidente de Guatemala.

Ejemplo 2: Cómo una institución de micro-finanzas adaptó productos financieros al impacto medioambiental de las prácticas agrícolas

Desarrollar y financiar la transición y la adaptación a las prácticas agro-ecológicas es un tema importante para muchas organizaciones de agricultores en África Occidental. Las partes interesadas en el programa PAIES, CCFD y SIDI (la filial de microfinanzas de CCFD), han abordado este tema en nombre de sus socios desde 2014 al constituir conjuntamente su programa PAIES (en apoyo a los agricultores que hacen la transición hacia la agroecología). La transición no puede depender sólo del apoyo directo de la ONG; también necesita ser incluida en las prácticas y productos micro-financieros a disposición de los agricultores. 

Para abordar los asuntos a los que se enfrentan todas las organizaciones de agricultores, UBTEC, una institución microfinanzas (Caisse d’Epargne et Crédit), estudió las practicas agroecológicas de sus miembros para desarrollar productos financieros con un sistema de bonificación/penalizaciones (a tipo de interés más bajo/más alto) vinculado al impacto medioambiental de las prácticas agrícolas. 

Esta investigación elaboró un catálogo de prácticas agrícolas en el norte de Burkina Faso y analizó la rentabilidad de la producción vinculada a los métodos y prácticas utilizados (empleando insumos químicos o agroecología). Se elaboró un catálogo de las prácticas agrícolas y no agrícolas más sostenibles (teniendo en cuenta en todo momento las dimensiones ecológicas, sociales y económicas de la sostenibilidad). Este catálogo ayudó a UBTEC a promover prácticas sostenibles a través de sus actuales productos financieros.

Esto mostró que algunos cultivos tenían el potencial para ser más rentables si los agricultores utilizaban un enfoque y métodos agro-ecológicos tales como el uso de fertilizantes orgánicos, pesticidas naturales (ajos, patatas o frijoles), y que otros cultivos podrían ser menos o poco rentables (tomates, chiles o coles). Este es un punto importante. Es necesario encontrar un equilibrio entre la rentabilidad y el enfoque agro-ecológico que respeta el medio ambiente y la salud de los productores y los consumidores. A través de la investigación, se establecieron las características de las prácticas agro-ecológicas que ayudaran a diseñar un modelo para implementarlas y jerarquizarlas a nivel de granja. Además, se analizaron los diferentes tipos de inversión que los agricultores hacían para aumentar los rendimientos, las dificultades a las que se enfrentan los productores de alimentos y las posibles estrategias para minimizarlas. Estos diferentes componentes de la investigación permitieron a UBTEC proponer vías de financiación y selección de actividades agrícolas que podrían financiarse, así como formas prácticas para apoyar a los prestatarios que adoptasen la agroecología. A finales de 2017, el resultado del estudio y la asociación estuvieron marcados por el lanzamiento de nuevos productos financieros (préstamo agrícola estacional) apoyados por un fondo de garantía. De este modo, UBTEC empezó a prestar dinero a sus miembros a un tipo de interés variable de acuerdo con las prácticas adoptadas y su impacto medioambiental. La agroecología supone un tipo más bajo; la no agroecología, un tipo más alto. A los cuatro meses de lanzar el préstamo, hubo 450 solicitudes de agricultores para financiar prácticas agro-ecológicas. 

Fuentes / más información 

“Rapport de l’étude pour adapter les produits financiers de l’UBTEC avec un système de Bonus/Malus en fonction de l’impact environnemental des activités financées : Programme PAIES »

http://docplayer.fr/71357247-Rapport-final-union-des-baore-tradition-d-epargne-et-de-credit-naam-ubtec-bp-100-ouahigouya-tel-mail-btecfngnyahoo.html

Video de la investigación y cómo se llevó a cabo.

4.La dimensión política de la agroecología

4.1 La agroecología jerarquiza las necesidades y los intereses de los pequeños productores de alimentos que suministran la mayoría del alimento mundial y resta importancia a los intereses de los grandes sistemas de industria alimentaria y agricultura.

4.2 La agroecología pone el control de la semilla, la biodiversidad, la tierra y los territorios, el agua, el conocimiento y los bienes comunes en manos de la gente que forma parte del sistema alimentario y así consigue una gestión más integrada de los recursos.

4.3 La agroecología puede cambiar las relaciones de poder al fomentar una mayor participación de los productores de alimentos y los consumidores en la toma de decisiones sobre los sistemas alimentarios y ofrece nuevas estructuras de gobierno.

4.4 La agroecología precisa de un conjunto de políticas públicas complementarias de apoyo, legisladores e instituciones de apoyo, e inversión pública para alcanzar su pleno potencial.

4.5 La agroecología fomenta formas de organización social necesarias para una gobernanza descentralizada y una gestión local flexible de los sistemas alimentario y agrícola. También incentiva la auto-organización y gestión colectiva de grupos y redes a diferentes niveles, desde el local al global (organizaciones de agricultores, consumidores, organizaciones de investigación, instituciones académicas, etc.).

El impacto de esta dimensión

Mediante su dimensión política, la agroecología transfiere el centro de poder de los sistemas alimentarios que, de concentrarse en los intereses de un número cada vez más pequeño de grandes entidades agrícolas e industriales, pasa a los productores directos, por ejemplo pequeños productores de alimentos que suministran la mayor parte de los alimentos mundiales.xxiv También desafía y ayuda a remediar las injusticias provocadas por el dominio del poder corporativo en el sistema alimentario existente. Cuando se parte del enfoque de soberanía alimentaria, la agroecología representa una transición democrática en los sistemas alimentarios que fortalece a los campesinos, pastores, pescadores, población indígena, consumidores y otros grupos, permitiendo que su opinión sea determinante en la elaboración de políticas, desde niveles comunitarios a niveles nacional e internacional. Permite a estos grupos reclamar/conseguir su derecho al alimento. 

Judith Hitchman, Urgenci (France/UK) & Pedro Guzman, RENAF (Colombia)

La dimensión política de la agroecología concede una expresión práctica a la soberanía alimentaria, colocando a los pequeños productores de alimentos en el corazón de los procesos y decisiones de las normas que les afecten. Busca hacer frente a múltiples desafíos desde la seguridad de acceso a los recursos productivos (tierra, agua, semillas), a la seguridad alimentaria y nutricional, mediante una resistencia climática con soluciones sostenibles a largo plazo que promocionen la diversificación agro-ecológica y la soberanía alimentaria. Los movimientos agro-ecológicos, que se componen mayoritariamente de productores de alimentos de base y consumidores, están promoviendo una expansión de la agroecología a otros agricultores y comunidades (expansión horizontal o ampliaciónxxv). Junto a esta ampliación, la dimensión política requiere unas políticas medio ambientales públicas favorables, en las cuales pueden multiplicarse las soluciones agro-ecológicas (expansión vertical).  

Ejemplo 1: Los beneficios de una transición a la agroecología liderada por agricultores en Filipinas 

MASIPAG (Magsasaka at Siyentipiko para sa Pag-unlad ng Agrikultura o la Asociación de Agricultores y Científicos para el Desarrollo de la Agricultura), es una red de pequeños agricultores, organizaciones no gubernamentales (ONG) y científicos de Filipinas. La red cubre a más de 35.000 agricultores y trabaja para apoyarles mientras hacen la transición hacia la agricultura sostenible liderada por agricultores, y mientras intentan desarrollar un contexto socio-político y económico favorable a la agricultura familiar sostenible. 

Si bien la organización promueve la agroecología, lo hace en un contexto dirigido por agricultores que prioriza el conocimiento y participación de los agricultores, incorporando el cultivo de arroz, el desarrollo de sistemas agro-ecológicos dirigido por agricultores en lugares concretos, la formación e implicación de otros agricultores mediante el intercambio de conocimiento de agricultor a agricultor y el desarrollo de modelos de comercialización basados en sistemas de garantía participativa. 

Que las semillas estén en manos de los agricultores, y que sepan cómo cultivar las variedades y mejorarlas, es la forma de abordar la recuperación del control sobre semillas, ese importante bien común; la respuesta de los agricultores atrapados en la propiedad intelectual sobre las semillas; y la distribución libre y subvencionada de semillas dependientes de insumos. Los agricultores de la MASIPAG han desarrollado una gama de técnicas agrícolas que se adaptan a las diferentes condiciones agroclimáticas y están fuera del control corporativo. El proceso de mejora dirigido por los agricultores ayuda a asegurar que la semilla esté bien adaptada y tenga un buen rendimiento. Si ocurre un desastre, los agricultores de las áreas no afectadas proporcionan semillas a los agricultores afectados. Para mejorar la disponibilidad de semillas, la mayor parte de las organizaciones provinciales tienen una política de bancos de semillas. La explotación de variedades de diferentes resistencias y tolerancias – que es esencial a la estrategia de resiliencia climática de la red – requiere a MASIPAG de más de 2.000 variedades de arroz. Actualmente, MASIPAG ha identificado y cultivado 18 variedades de arroz resistentes a la sequía, 12 resistentes a las inundaciones, 20 resistentes al agua salina y 24 resistentes a las plagas.

En 2009, un estudio basado en entrevistas a 280 agricultores totalmente orgánicos, 280 en proceso de conversión en orgánicos, y 280 agricultores convencionales como grupo de referencia, proporcionó la evidencia convincente de que el enfoque MASIPAG había mejorado la seguridad alimentaria y nutrición, la salud y la situación financiera de las familias de agricultores. Los agricultores totalmente orgánicos tuvieron: gran diversidad agrícola produciendo en promedio un 50% más de cosecha que los agricultores convencionales, mejor fertilidad de suelo, menor erosión del suelo, mayor tolerancia de los cultivos a las plagas y enfermedades y mejores habilidades de gestión agrícola.  Se alimentaron de una dieta más variada, nutritiva y segura, y sus ingresos netos por hectárea fueron una vez y media mayores que los de los agricultores convencionales. Por término medio, tuvieron un saldo de caja anual positivo y tuvieron menos deudas que los agricultores convencionales, cuyo presupuesto familiar tuvo déficit. Incluso los agricultores en proceso de transición a orgánicos habían mejorado sus ingresos y su seguridad alimentaria. 

Esto demuestra el efecto de la dimensión política, cuando los agricultores y los productores de alimentos trabajan juntos para recuperar el control sobre los recursos implicando a todos los protagonistas y a las asociaciones de agricultores/científicos, que superan las relaciones de poder desequilibradas. Esto tiene un impacto positivo en otras dimensiones de la agroecología, como la dimensión social, cultural, económica y medioambiental.

Fuentes / más información 

Bachmann, L., Cruzada, B., Wright, S. (2009). Food Security and Farmer Empowerment. A study of impacts of farmer-led sustainable agriculture in the Philippines.

Ejemplo 2: Creando plataformas agroecológicas nacionales para abordar el diálogo político en Nigeria, Burkina Faso y Mali

En Burkina Faso, Nigeria y Mali, la sociedad civil ha organizado varias consultas desde 2016 para crear un enfoque colectivo y dirigir la agroecología a nivel nacional. Varias organizaciones de agricultores y ONGs locales, nacionales e internacionales están interesadas en probar, implementar o promover la agroecología como una práctica, pero también como un movimiento social. Para desarrollar una visión común y mejorar el diálogo político con el gobierno, decidieron crear plataformas nacionales que compartieran la misma visión sobre agroecología.

Así, dentro del marco del programa de “CCFD-Terre Solidaire” sobre transición agro-ecológica PAIES, socios de tres países (Mali, Burkina Faso y Níger) participaron en la creación y definición de las siguientes plataformas: la Plateforme National sur l’Agroecologie Paysanne – Mali [Plataforma nacional para la agroecología campesina – Malí], le Collectif Citoyen pour l’Agroécologie – Burkina Faso [El Colectivo Ciudadano para la agroecología – Burkina Faso], y la Plateforme Raya Karkara – Niger [La Plataforma Raya Karkara – Níger.

Con respecto a la dimensión política de la agroecología, las plataformas han tratado de incluir a todos los sectores (agricultores, grupos de mujeres (en especial las procesadoras de alimentos), consumidores e investigadores) y tienen la intención de establecer plataformas agroecológicas en niveles más locales (regionales). En su visión y planificación, todos quieren trabajar para recuperar el control sobre la tierra, el agua y las semillas.

Estas plataformas están ahora promoviendo activamente redes de semillas en manos de campesinos (y también se oponen a los OMGs (transgénicos) de algodón en Burkina Faso). En estos tres países, existen o están en curso estudios nacionales sobre los sistemas de semillas legales existentes. Se anima a las organizaciones de agricultores y a los investigadores a que se reúnan y desarrollen posiciones específicas sobre semillas campesinas a fin de proponer una nueva legislación que incluya y proteja las semillas campesinas. En Burkina Faso, gracias a una coalición África Occidental (COPAGEN) que elaboró un informe sobre el efecto de los OMGs, se propuso al instituto nacional de investigación una moratoria sobre la investigación de los OMGs.  

CCFD–Terre Solidaire realizó una revisión a finales de 2017 de estas tres organizaciones que aborda sus orígenes, actividades actuales e iniciativas futuras. Les llevó algún tiempo definir una visión común sobre agroecología. Mali dio un paso más al centrarse en la agroecología campesina. Las principales demandas políticas de estas plataformas se refieren a la inclusión de la agroecología en las políticas agrícolas nacionales y sus respectivos programas de implementación. Algunos ya han comenzado una incidencia específica, como la implementación de un master en agroecología en Níger o la creación de un proceso de revisión con múltiples partes interesadas en Mali.

Fuentes / más información: 

Mali :

–  More about the national platform and its manifesto on agroecology (Francés)

– El estudio del sistema de semillas en Mali (Francés): « Semences, normes et paysans: état des lieux du cadre normatif et institutionnel du système semencier et de la place des semences paysannes et des droits des agriculteurs au Mali »

Burkina Faso:

– Investigación campesina del Algodón Bt OMG (Francés): « Le coton BT et nous: la vérité de nos champs – synthèse d’une recherche paysanne sur les impacts socio-économiques du coton Bt au Burkina Faso »

Agroecological platforms review:

– En francés:« Capitalisation du processus de structuration des plateformes agroecologiques au Mali, Niger et au Burkina Faso »

Conclusión

Como se ha destacado en la introducción, la crisis social, medioambiental y económica a la que nos enfrentamos reclama un profundo cambio en el modo en que están organizados nuestros sistemas alimentarios. El cambio climático lo hace imperativo y añade un cierto sentido de urgencia. Esto hace necesario que abordemos las cuatro dimensiones de la agroecología en conjunto. La división en varias dimensiones nos ayuda a comprender el potencial de la agroecología de una forma más clara, pero debemos verla como un todo, como un enfoque global. De hecho, muchos agricultores y campesinos subrayan el carácter global de la agroecología, como un modo de vida, algo que da sentido a la vida. Para ellos, no se trata solo de proporcionar medios de vida y un agro-ecosistema sostenible sino de vivir en armonía con la naturaleza y con otras gentes. Igualmente, el impacto potencial de la agroecología no debe reducirse a una sola dimensión. 

Por desgracia, algunos han utilizado la falta de claridad para debilitar el concepto de agroecología: “de repente la agroecología está de moda para todo el mundo, desde los movimientos sociales de base a la FAO, los gobiernos, las universidades y las empresas. Pero no todos tienen en mente la misma idea sobre la agroecología. Mientras que las instituciones y compañías dominantes durante años han marginado y ridiculizado la agroecología, hoy día están intentando domesticarla. Quieren tomar lo que es útil para ellos – la parte técnica – y utilizarla para ajustar la agricultura industrial, adaptándola al modelo de monocultivo y a la supremacía del capital y de las corporaciones en las estructuras de poder”..xxvi Este documento es nuestro intento de aclarar lo que significa la agroecología, cómo se ve, y de mostrar que cuando se toma como un todo, la agroecología y sus diversos principios pueden conducir a efectos tremendamente positivos en términos de derechos humanos y derecho a la alimentación. Al mismo tiempo, contribuye a abordar las causas fundamentales de los problemas a los que nuestras sociedades se enfrentan actualmente, desafiando las estructuras de poder existentes. Por ese motivo la agroecología, como movimiento, es fundamental para nosotros.

Somos conscientes de que, en última instancia, se requerirán muchas acciones políticas complementarias, un proceso de transición y un cambio de paradigma para que la agroecología cumpla con sus expectativas, y sus principios se apliquen conjunta y progresivamente. También somos conscientes de que los principios enumerados con anterioridad podrían evolucionar, necesitar una revisión, no estar bien formulados o no coincidir al 100% con lo que la agroecología aparenta en la práctica. Sin embargo, vemos esto como un primer paso en un proceso más amplio que eventualmente conducirá a una actualización y a una ilustración más allá de la vigente lista de principios que hemos identificado. 

Prof. Michel Pimbert, Coventry University (UK)

Los próximos pasos incluyen realizar una “guía práctica para usar los principios” que idealmente serviría de base para iniciar un diálogo entre nuestras organizaciones (sobre la defensa de las estrategias, programas y la consistencia entre ellos) así como en el movimiento agroecológico general. Por consiguiente, necesita ser visto como un documento vivo y una invitación para comenzar un diálogo sobre lo que significa y cómo se percibe la agroecología.

Quiénes somos

Este documento ha sido elaborado por el Equipo de Trabajo de agroecología de CIDSE y es el resultado de la colaboración y diálogo mantenidos el año pasado.

El grupo está formado por las siguientes organizaciones miembro: Broederlijk Delen (Bélgica), CAFOD (Inglaterra y Gales), CCFD-Tierra Solidaria (Francia), Cooperación & Fraternidad (Bélgica), Focsiv (Italia), KOO/DKA (Austria), MISEREOR (Alemania), SCIAF (Escocia) y Trócaire (Irlanda).

Somos CIDSE , una familia de organizaciones católicas en pro de la justicia social, compuesta por una gran variedad de miembros procedentes de numerosos países y con una secretaría internacional en Bruselas. Trabajamos junto con otros actores para promover la justicia social y aprovechar la fuerza de la solidaridad mundial con el fin de crear un cambio transformacional para acabar con la pobreza y la desigualdad. Para conseguirlo luchamos contra la injusticia sistémica, la desigualdad, y la destrucción de la naturaleza. Promovemos alternativas justas y sostenibles desde un punto de vista medioambiental y creemos en un mundo en el que todo ser humano tiene derecho a vivir de forma digna.

Contacto: François Delvaux, Responsable de Clima y Agricultura y Soberanía Alimenticia, delvaux(at)cidse.org

Fuentes

Sitio web de la CIDSE: www.cidse.org

Los Principios de la Agroecología- Hacia sistemas alimentarios justos, resilientes y sostenibles – CIDSE

La agricultura climaticamente inteligente: ¿el traje nuevo del emperador? -CIDSE